CANTO A LA GUAIRA
por: Gilberto Bruzual Báez
Huayra, Guaira o Waira
crisol de brillante historia,
aún conservas despierta
en tus nobles entrañas
la bravura de la sangre
de los ancestros caribanos
unidos en su lengua materna
por la antigua nación tarma.
Huayra, Waira o Guaira
la lanza guerrera defensiva
contra la opresión surgida
dibuja las hazañas de los caciques
Catia, Guaicamacuto, Pariata,
Maiquetía, Naiguatá y Caruao,
homónimos de lugares
de esta atractiva tierra
de la costa central de Venezuela,
vientos fogosos en su besar,
aliento frío de suave neblina
en el refugio de Galipán en Macuto,
en Carayaca ( Suiza del Litoral)
o en las cumbres del Junquito,
mágicas carnadas de empatía
con sus moradores y turistas,
Guaira, Waira o Huayra,
del Guaraira Repano
al Mar Caribe
desde Puerto Maya
hasta el río Chuspa
creció el largo nidal
que hoy con su nombre
se honra al sabio guaireño
José María Vargas.
Guaira, Huayra, Waira
o como te llames,
viento veloz de fuego
o Flauta de caña en quechua,
en pemón “ Waira” como danta
y tipo de abeja conocida,
en warao “ embarcación grande,”
en guaiquerí chicharrito o sardina
del río Osorio de la Guaira,
o “ Lisa de Mar” para otros,
hoy como ayer en tus sueños,
un horizonte de esperanzas.
Huayra, Waira o Guaira
o como se te quiera llamar,
eres patio tricolor
de probos Presidentes:
José María Vargas,
Andrés Narvarte y
Carlos Soublette,
de celsos patriotas
que engalanan tu gentilicio
por su valentía en el
combate por la libertad,
de un José María España,
Manuel Gual y Josefa
Joaquina Sánchez;
del inolvidable guaireño
Pedro Elías Gutiérrez
autor musical
de “Alma Llanera”,
valiosos hombres
de ciencias y artes,
maestros insignes
arquitectos de pinos,
poetas, pintores
y fuertes robles
hacedores de este
suelo emprendedor.
¿y cómo no hacer suyo?
el grande de los pintores,
su abrigado artista
Armando Reverón,
singular caraqueño
que inspirado en el mar
y paisajes del litoral
secuestró en su mundo
del Castillete de Macuto
a sus muñecas y a su Juanita,
.
La Guaira,
Waira o Huaira
o como quieran llamarte
tus humildes legatarios,
antes del canto de las espigas
y de los búhos de las noches
solitarias en el mar embelesado
por brindar un sitio seguro
más cercano a Caracas
que la Villa del Collado
( antigua Caraballeda)
en la ruta del comercio
¡Guaira¡ tus hermosas
ensenadas y crepúsculos
sirvieron de puerto vigía
de las goletas de vientos,
de llegada con barriles de vino
alegre, de zarpe cargadas
de preciosas blancas perlas
hacia el viejo continente.
En día de San Pedro
y San Pablo de 1589
en tu legendaria fundación
por el Capitán General
Gobernador Diego de Osorio,
cuando te llegó la luz del cielo
tu voz no tuvo ayuntamiento
afloraste prisionera de Caracas.
En 1811 con la República
ganaste el título de Villa
con derecho a Cabildo
el cual perdiste en 1904
para recuperar la autonomía
con una Junta Administradora
el primero de enero de 1987
Con afanosas y afables
Jornadas cívicas aquilatadas,
espléndida fe en el rumbo
te convertirte por Ley
en radiante Estado Vargas,
jubilosa aurora promisoria
del 31 de diciembre de 1998,
después de recorrer primero
por expresión legislativa
en corto camino redentor
el abonado y fecundo predio
del Territorio Federal Vargas
desde el día 3 de julio del año
del nacimiento de nuestro
señor Jesucristo de 1998.
.
Huayra, Huaira, Waira, Guaira
o como te quieran llamar,
sigues allí despierta contemplando
el embrujo del mar con su belleza,
el puerto, Galipán, la Guipuzcoana,
el Cristo de Maiquetía y el de la Salud
en la iglesia de la Ermita en la Guaira,
tus páginas doradas del ayer,
imágenes de los fortines,
la ciudad amurallada que fuiste
hasta finales del Siglo XIX
protegida por dos robustas puertas
para entrar o salir de ella
que se cerraban puntualmente
al morir cada tarde cansada,
las callecitas de La Guaira,
angostas en alivio del calor
de los caminantes en sombra
por norma obligatoria de
de las Leyes de Indias.
¿ cómo olvidar?
el bondadoso desaparecido
ferrocarril Caracas-La Guaira,
maravilla de antaño.
No duermes admirando
tu mar, playas y montañas,
alimentos de tu sereno corazón,
colorean la idiosincrasia
de este hombre de mar,
rociado en brisa tropical.
Huayra, Waira o Guaira
o como se te quiera llamar,
desde la silla del Pico Naiguatá
con preocupada mustia mirada
observas la otra parte
vacía de esa linda luna
de cara dura y apagada,
retratas la vida cotidiana
de los laberintos sin salida
en los olvidados suburbios
de esta ciudad porteña;
guardas el grito adolorido
de la indefensa madre
lamentando su hijo caído,
sientes calladamente
la tragedia indeseable
de niñas embarazadas
jugando precozmente
con otros juguetes
en las nuevas Muchingas
de aquellos viejos tiempos;
sufres por el labrador sin empleo,
por los muchos niños inocentes
sin escuela y sin futuro
embargados sin piedad
por el hambre y el ocio;
lloras la angustia gris
del querido rebaño
viviendo en débiles posadas
ahogadas y llenas de sed,
en constante difícil lucha
contra la malvada adversidad
de los tormentosos días,
destruyendo toda esperanza
y recordando en la curtida piel
los millardos de furiosos dinosaurios
esculpidos de barro y piedras
que de lo alto de las montañas
bajaron a sembrar la muerte
en el arrollador temido diluvio
a mediado del mes de diciembre
finalizando el siglo cambalache,
sollozadas y tristes navidades,
pero sí con el privilegio del mensaje
de la “ Virgen de “La Milagrosa",
quien vestida de terciopelo,
iluminada apareció en una palmera
cercana al Instituto “Los
Corales”,
madrugada del diez y seis.
.La Guaira Huaira , Waira,
o como se te quiera llamar,
esas son las ramas heridas
de tu extenso jardín visible
que con fuerza deben podarse,
clarín de flamantes quijotes,
antorchas y banderas en alto
para que en un sol no muy
lejano
florezcan las crueles espinas
como las rosas bellas de Galipán,
los hombres y mujeres
de esta acogedora región
dirijan bien la brújula y el timón
en las difíciles oleadas oscuras
que atravesarán las góndolas
en las benditas aguas guaireñas.
¡ Guaira, Huayra, Huaira, Waira
o como te quieran llamar!