Por Gilberto Bruzual Báez
DECÁLOGO PRÁCTICO DE
LA EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS
La llamada educación por competencias
(currículum, planificación, estrategias, evaluaciones, etc.) en su concepción general se ha tratado de imponer hace más de cincuenta (50) años. En la realidad no se
ha podido aplicar en Venezuela y
en otros países (con sus excepciones) por diversas razones, entre otras, por
falta de voluntad política, visión gerencial, factores económicos y por la masificación de la educación en detrimento de su calidad, cuestión que no debiera ser por cuanto las mismas no son condiciones y cualidades incompatibles. Más que una metodología en el proceso enseñanza-aprendizaje es un enfoque del problema educativo, un paradigma (no es el único) para lograr por medio de la adquisición de valores, conocimientos, habilidades
y destrezas que el futuro profesional sea una persona idónea, responsable individual y socialmente en su trabajo y en su vida personal, en otras palabras, es un medio para
alcanzar una educación de calidad en beneficio del hombre y de la sociedad.
En esta era de la información, de sociedades globalizadas sin fronteras entre los países, se
requiere más que nunca que el aprendizaje no se quede en lo teórico. Deben entender el docente y el estudiante, el cual debe
convertirse en responsable de su aprendizaje, que la educación es un proceso
continuo para enfrentar y resolver, más que los problemas laborales, las situaciones y conflictos reales que tienen las personas durante su existencia y que más importante,
para su formación, que la capacidad o competencia técnica, científica o humanística
que el profesional universitario pueda obtener, son los principios éticos y demás valores para su actuación y convivencia correcta en los diversos campos de la vida y, en especial, para abolir o disminuir, la conducta egoísta, guerrera,
envidiosa, apática, individualista, derrochadora de tiempo y de recursos que predomina todavía en muchas personas, por culpa
de una educación que en parte ha fracasado por estar basada prácticamente en
la simple transmisión de conocimientos
teóricos, muchas veces sin ningún provecho para el trabajo y la vida, que el alumno memoriza, pero que no sabe aplicar para solucionar situaciones concretas individuales o sociales
y lo más lamentable y perjudicial, la existencia de una educación carente, muchas veces, de los más elementales
principios espirituales y éticos, que aunque se prediquen en voz alta
o en el papel, figuren en los programas de estudios o en las normativas sociales,
cantidades de personas adultas y medios de comunicación los modelan contrariamente, con el agravante que los valores fundamentales
de la vida en diversas sociedades y sectores se han debilitado o han desaparecido en el núcleo familiar.
1. OBJETIVOS, CONTENIDOS Y COMPETENCIAS
Afirman algunos educadores que en el nuevo paradigma de la educación por competencias no deben seguir elaborándose los programas de estudios
y las planificaciones por objetivos
definidos como se hacía antes, eliminándolos en definitiva de todo diseño curricular -según ellos- y que ahora los contenidos de las asignaturas no tienen
mayor importancia, que lo esencial es el logro de las competencias. En nuestro
concepto, jurídica y didácticamente eso no es verdad.
En la llamada educación por competencias sigue
siendo vital que los programas de
estudios y planificaciones tengan bien definidos sus objetivos (generales
y específicos), que deberán lograrse de conformidad con un contenido programático que debe ser bien seleccionado, útil o pertinente
para enfrentar y resolver situaciones y problemas reales. Por ejemplo, ¿qué deben aprender bien los estudiantes de derecho
mercantil: las compañías o sociedades en nombre colectivo y en comanditas ( que son letras muertas en el Código de Comercio de 1955) o las sociedades anónimas que
se constituyen a diario? Por eso es muy importante que los programas de estudios sean depurados de tantos puntos o temas que
no le servirán de nada al estudiante en su ejercicio profesional o en la vida.. ¿Qué utilidad práctica podría tener, enseñar
o que el alumno aprenda el contenido de una ley derogada, para aplicar esos conocimientos en la solución de problemas reales?
Eso sería absurdo, pero sucede a veces en programas de estudios, circunstancia
que no impide que el docente en clases establezca determinadas comparaciones
entre la ley vigente y la derogada cuando lo considere necesario, pero esa normativa derogada no debe ser evaluada sumativamente.
Otro ejemplo, con respecto a la enseñanza de la parte histórica del derecho en cualquier asignatura, salvo en las materias Historia del Derecho o Derecho Romano. Se pueden hacer breves referencias de los hechos históricos en ciertos puntos del
programa, pero ese contenido tampoco
debe ser objeto de evaluación cuantitativa. También existen programas de
asignaturas que sin ninguna utilidad contemplan el estudio de legislaciones
extranjeras. No teniendo tiempo el profesor y el alumno para enseñar o aprender las leyes venezolanas importantes, entonces,
¿Qué sentido o utilidad práctica tendría eso? Dejamos a cada lector su opinión.
Existen profesores universitarios y facilitadores
de componentes docentes que pretenden copiar
y aplicar exactamente igual en los estudios superiores, los recursos didácticos
propios de la educación media o primaria (pedagógicos) como si los estudiantes
universitarios fueran niños o adolescentes, olvidando los recursos de la andragogía.
Estamos claros que en toda didáctica a cualquier nivel deben combinarse recursos,
los cuales, algunos de ellos, no son exclusivos de la pedagogía o de la andragogía. Tampoco
la referida tesis la compartimos por las razones que señalaremos más adelante.
En definitiva, para alcanzar una competencia debe establecerse un objetivo(s) y sigue siendo importante el contenido de toda asignatura que, como afirmamos, debe
ser bien seleccionado. Si se logra el objetivo, la competencia se alcanza, que al final y dicho en lenguaje sencillo, la competencia
no es sino el producto que debe dar el objetivo planificado: saber pensar, analizar, respetar evaluar observar, aplicar, resolver o crear, todo ello hacerlo bien, o sea, que todas esas competencias (conocimientos, habilidades, destrezas y valores) nos permitan resolver situaciones
de la vida real en forma idónea y responsable y
no solamente problemas técnicos, científicos o de otra índole que se le
presentarán al egresado universitario en
el ejercicio de su disciplina o como trabajador dependiente de un empleador.
Más importante en la formación del futuro profesional es la siembra de valores esenciales
de la vida, porque ¿de qué valdría que un abogado, médico, ingeniero, profesor, etc, sean
excelentes y capacitados profesionales si son individuos irresponsables con su familia, en su trabajo, como ciudadanos
o se convierten en delincuentes de cuello blanco al incurrir en hechos punibles en el ejercicio de su oficio?
2, MARCO JURÍDICO DE LA EDUCACIÓN
Prueba
de lo argumentado, de la importancia que
siguen teniendo los objetivos y los contenidos en la educación por competencias,
que no pueden desaparecer de los programas y planificaciones ( y eso nos los da primero la lógica) es el Decreto Nº 313 (G.O. Nº 36.787 -reforma- del 16 de noviembre
de 19999) del Ejecutivo Nacional que contiene el Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación ( art.7) que aunque no está dirigido a la educación universitaria,
nos orienta sobre la importancia y necesidad de los objetivos y contenidos en
esos instrumentos didácticos.
Artículo 7. En los planes y programas de estudio se especificarán las competencias,
bloques de contenidos conceptuales, procedimentales, actitudinales, objetivos, actividades, conocimientos, destrezas, valores
y actitudes esenciales que deberán alcanzar los educandos en cada área, asignatura o similar del plan de estudio para los
distintos grados, etapas y niveles de aprendizaje en los planteles de los medios urbano, rural y de las regiones fronterizas
y zonas indígenas (n.n.).
Constitucionalmente
la educación, y no escapa de ella la denominada por competencias, tiene su basamento
jurídico en su preámbulo, en el artículo 3 que declara que la educación y el
trabajo son procesos fundamentales para alcanzar ciertos valores, tales como
el desarrollo de la persona, el respeto a su dignidad, el ejercicio de la democracia, la construcción de una sociedad justa
y amante de la paz y la promoción y bienestar del pueblo. Las disposiciones 102
y 103 la consagran como derecho humano y
el derecho que tiene la persona
a una educación integral de calidad permanente. La Ley de Universidades
(artículos 1,4 83 y otros) contempla
una serie de principios rectores de la educación superior.
3. DIVERSOS
MODELOS DE PROGRAMACIÓN Y PLANIFICACIÓN
No
pueden alegar ningún docente y autoridad educativa que existe un modelo único de programación y planificación. La educación por competencias es un camino para lograr una meta. La experiencia nos hará
corregir o cambiar de estrategias y recursos para irla mejorando, porque ella no es algo que ya está construido o elaborado,
tenemos que pensarla, repensarla, construirla cada día para no quedarnos en el pasado. Cada universidad de acuerdo con sus
realidades y recursos tendrá sus estilos, estrategias y normativas en los temas señalados y en otros, pero debiendo siempre
respetar la libertad de cátedra de los docentes establecida en la Ley
de Universidades (art. 106). En la educación por competencias, en cualesquiera de sus aspectos de programación, planificación,
evaluación y estrategias etc., en definitiva lo que se quiere, como lo hemos expresado, es alcanzar una educación de calidad para formar más que profesionales, ciudadanos conscientes de la necesidad de los principios éticos, del respeto por
las leyes, que sean seres pensantes, analíticos, críticos, responsables en todos
los campos de la vida y, en especial, que tengan gran sensibilidad humana para
contribuir con un grano de arena a solucionar
problemas sociales y no solamente preocupado por alcanzar su bienestar económico en lo individual, no obstante, que esa aspiración es de naturaleza humana, legítima, justa, constitucional y legal y para ello el hombre lucha, estudia,
trabaja y hace sacrificios para superarse
en lo moral, económico y social.
4. ORIGENES Y ACEPCIONES DE LA PALABRA COMPETENCIA
La palabra competencia tuvo dos orígenes. En Atenas ( del griego agón y agonistas) se usaba para referirse
a los atletas que participaban en los juegos olímpicos( 776 a.C.).
En latín ( competentia) se empleaba para calificar al responsable de hacer algo. En general este término hoy es sinónimo de capacidad. La educación por competencias como proyecto no es sino una óptica o visión, con sus principios y estrategias,
para contribuir a resolver muchos de los problemas que viven las universidades en casi todas las naciones frente a los
nuevos retos en el siglo XXI y que principalmente
a partir de la
Conferencia Mundial sobre Educación Superior celebrada en la UNESCO en París ( octubre 1998) han venido tratándose en otras conferencias y eventos internacionales,
como temas sobre la misión de las universidades, recursos y financiamientos de las mismas, calidad y oportunidades de estudios,
discriminaciones, revalidas y equivalencias, movilidad de los estudios, etc.
El
término de competencias en educación ha sido tomado por el llamado Proyecto Tuning de la Comunidad Europea ( más 175 universidades originalmente) para significar también un nuevo paradigma de las finalidades
de la educación y de sus problemas en ese continente, considerando, entre otras
metodologías, que la educación deberá basarse
o centrarse en el logro de competencias por parte del estudiante, donde el docente
contribuye a que las alcance actuando sólo como un mediador o facilitador. Se
trata de centrar la educación en el estudiante, el cual debe ser responsable de la construcción de su aprendizaje, criterio
que tampoco es nuevo y nos los decían y repetían en el Liceo hace cincuenta ( 50) años cuando
nos iniciamos en la labor educativa siendo todavía estudiante de derecho,
pues a raíz de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez casi no existían en Venezuela profesores graduados de educación media.
5. PROYECTO
TUNING EN EUROPA Y EN AMÉRICA LATINA
Se empezó a trabajar en el mencionado proyecto en el viejo Continente en año 2001. En la América Latina muchas universidades se han unido al Proyecto Regional (más de 18 universidades, entre ellas la UCAB de Venezuela)
y han venido trabajando en 4 líneas: 1) Competencias (genéricas y específicas.2) Enfoque de enseñanzas, aprendizajes
y evaluación.3) Créditos académicos.4) Calidad de programas. La palabra Tuning deriva de “Tune”
en inglés que significa sintonizar una frecuencia determinada en la radio y también, afinar los instrumentos de una orquesta, que aplicado
a la educación sería como buscar puntos de encuentros, hablar en sintonía, ya
que se persigue la creación
de espacios comunes en la educación superior, tanto en Europa como en la America Latina.
Reconociendo los grandes méritos e importancia de ese Proyecto consideramos,
de acuerdo con sus mismas declaraciones y líneas de trabajo, que hace mayor énfasis en lo empresarial y laboral y no en una educación integral para la vida, incluyendo fundamentalmente los valores que deben dársele al futuro profesional. Pareciera, y ojalá estemos
equivocados, que lo más importante es la producción, la fuente de trabajo para satisfacer necesidades del empleador en el mercado económico de la Comunidad Europea y ahora en la América Latina.
6. ¿ NUEVO PARADIGMA EN EDUCACIÓN?
Como
comentamos, el paradigma que implica la educación por competencias en su concepción general no es nuevo. Muchos de sus principios y estrategias trataron de aplicarse
en la educación media (liceos), más que a nivel superior donde los profesores
universitarios seguían hablando en clases y los alumnos escuchando como en el siglo XIII cuando nacieron las primeras universidades. En el presente en el campo
educativo superior no podemos negar las mejoras y avances que se han dado con nuevas orientaciones, estrategias y recursos
como lo está trabajando el Proyecto Tuning, independientemente de las reservas o dudas que
señalamos, pues el mundo ha cambiado en las últimas décadas, se ha globalizado y ha progresado velozmente por los menos
en lo científico y en lo tecnológico, ya
que en su faceta humana y moral hay mucho de regresión.
Las llamadas competencias responden a lo
que antes se estableció en el sistema educativo ( si se quiere llamar viejo,no importa) ya en la década del sesenta.
Se exigía en los programas y planificaciones docentes que los objetivos propuestos se alcanzaran a través de la enseñanza-aprendizaje
de contenidos programáticos no solamente de conocimientos, sino de habilidades,
destrezas, actitudes y valores útiles para resolver problemas de la vida y permanentemente se pregonaba ( y se sigue haciendo) que el conocimiento no debía memorizarse ni quedarse en el primer
nivel de la Taxonomía de Bloom.
7. LA TAXONOMÍA DE BLOOM Y LAS COMPETENCIAS
El
profesor Benjamín Bloom, doctor en educación y catedrático de la Universidad de Chicago, presentó un estudio en
1956 elaborado por una comisión que él presidió, solicitado en una reunión de la Asociación Norteamericana de Psicología en 1948. El informe concluía que el aprendizaje debía comprender tres dominios: cognitivo, afectivo y psicomotor. Bloom estudió y desarrolló los dos
primeros. En lo cognitivo señaló seis (6) niveles: conocimiento, comprensión, aplicación, análisis, síntesis y evaluación.
Algunos de sus seguidores han sustituido la síntesis
por el de creación, colocándolo en un nivel superior al de evaluación., es decir en el nivel superior estaría la creación. También se busca lo que planteaba Bloom y otros estudiosos, claro está, en la actualidad
con estrategias y recursos
mejorados, pero ese estudio, su metodología
en su esencia siguen teniendo vigencia y es la base del aprendizaje que hoy llamamos
“competencias”. Así que en ese sentido no hay un descubrimiento de nada nuevo.
8. NUEVOS RECURSOS DIDÁCTCOS (TICs)
No podemos negar que con la aparición de las TICs,
la educación ha mejorado sus recursos didácticos para facilitar en parte el aprendizaje, pero en el aspecto cualitativo su calidad no ha mejorado en lo que se
esperaba. La informática (circuitos
cerrados, Internet, teléfonos móviles, etc.) y otras disciplinas nos brindan maravillosas
herramientas que no hemos sabido utilizar plenamente. Hay estudios serios que demuestran ( igual que con la capacidad de nuestros cerebros) que muchos docentes,
estudiantes y personas en general no aprovechan esos medios en el aprendizaje
de cuestiones útiles en los estudios, para el trabajo y la vida, los emplean en chateos, juegos y demás asuntos banales. Han
aparecido millones de jugadores solitarios de cartas y de otros juegos. Hemos escuchado a muchos docentes comentar que la educación de antes no servía por cuanto los programas de estudios y las planificaciones se basaban en contenidos y objetivos y no en competencias y porque antes
no existían los recursos de la Internet y de otras TICs. Respeto esa opinión, sin embargo no la compartimos. La ética, la solidaridad
y la sensibilidad humana que son valores
importantes de la educación para la vida ( o que debieran serlo) no se aprenden por Internet o por la televisión, aunque esos medios debieran cumplir un rol importante
en la formación del ciudadano en esos ideales, pero sabemos que responden a otros intereses. Ese criterio nos hace
recordar el cuento de la respuesta que el padre de diera a sus hijo cuando éste
le preguntó qué: ¿cómo hacían ellos antes para estudiar en la universidad y aprobar las materias con buenas notas, sí en esa
época no existían la Internet, los videos beam y celulares
de última generación? El padre le
contestó, simplemente: “Hijo, para estudiar y aprender bien usábamos la cabeza”. Esa respuesta que parece un cuento irónico nos debe llamar a reflexión, porque pareciera que para determinados docentes el éxito y la calidad de la educación dependen de esos medios o recursos didácticos modernos. Existen educadores universitarios que utilizan los videos beam como “Karaokes”.
Si en un momento no lo tienen, se echan a perder o se va la electricidad, no
pueden dar la clase o la conferencia, como lo vivimos en un evento en que el conferencista ante un público de unas 300 personas
como extravió su pendrive hubo que
suspenderse el acto. El uso de ese medio se ha generalizado y algunos se tildan
de buenos docentes por utilizarlos con frecuencia y se olvidan de los demás recursos
didácticos. En cambio, la página Web es de poco uso, excepcional por los docentes,
que nos dice que el problema esencial de la educación no es tecnológico como
piensan algunos docentes. La dificultad o facilidad de la página web no es de esa índole, porque para ello pueden estar los expertos. Hay servicios especializados
que cobran por montarla y mantenerla, pero el problema no es ese, sino sencillamente
que en el campo educativo una página web pierde su valor e importancia
si parte sustancial de su material no es creación del profesor.
9. JUSTIFICACIÓN
Consideramos que en Venezuela se puede lograr una educación de calidad. Compartimos en líneas generales (con ciertas reservas
propias de los seres pensantes y como derecho humano y constitucional de toda persona a
opinar) los principios y el enfoque general - no siempre su implementación y ejecución -que hoy le dan a la llamada
educación por competencias aunque existen
diferentes visiones y criterios para su implementación. No obstante, su
aplicación y éxito no dependen únicamente del trabajo y voluntad de los docentes,
hay mayor peso en otros factores ajenos a ellos. El propósito de este trabajo (más producto de la experiencia, que de estudios teóricos), que presentamos
como un Decálogo es exponer esos elementos y condiciones -sin mayor profundidad,
metodología y marco teórico- que consideramos necesarios para que se pueda avanzar realmente en nuestra materia. La educación por competencias bajo nuestra óptica y experiencia universitaria
de 34 años como profesor (de los
50 años de docencia), sin agotar la materia y pretender tener la verdad en las
manos, entre otros lineamientos concretos y prácticos, implica los siguientes
aspectos, principios, condiciones y metas:
1. La educación es un proceso permanente durante la existencia del hombre para tratar de que éste alcance una buena calidad de vida en lo espiritual y material
y logre ser una persona responsable y útil
como miembro de una familia,
organización laboral, comunidad, sociedad o país.
2. La educación por competencias
requiere primero de una toma de conciencia por parte de las autoridades, profesores y alumnos, de que el proceso educativo
debe centrarse en el estudiante (aprendizaje) y no en el docente (enseñanza), el cual debe actuar sólo como orientador,
mediador o facilitador. Luego debe venir la acción concreta y no quedarse en declaraciones y principios abstractos.
3. a) El docente debe motivar y enseñar
al estudiante para que éste sea responsable de su aprendizaje, el cual
significa, entre otras variables, que el profesor no tiene por qué explicarle al estudiante todos los contenidos programáticos para lograr las competencias, aunque
los mismos puedan ser evaluados, independientemente de que la materia se haya
visto o no en clases. b) Por cuanto en muchas universidades todavía existen docentes que dictan sus clases y los alumnos toman apuntes para estudiar por ellos únicamente para los exámenes, debe
abolirse esa estrategia y enseñarles que deben hacerlo por libros y demás materiales de
apoyo que brindan hoy en día las TIC, recomendados bien sea por el docente o
de fuentes confiables y reconocidas. c) No es cierto que en este paradigma de las competencias, la denominada clase magistral
(expositiva) por parte del profesor desaparece o es excepcional. No es así, a discreción del docente por sus estudios y experiencia y por la libertad de cátedra establecida
en la Ley de Universidades, la oportunidad de recurrir a ella dependerá de muchas variables de acuerdo con las necesidades. Otras veces tendrá que
combinar la clase expositiva o explicativa con distintas estrategias didácticas
como son: estudios de casos, solución de problemas, trabajos en equipo, ejercicios
prácticos, talleres, elaboración de proyectos, etc. Repetimos, no hay una regla o recomendación única para el empleo de la
clase magistral. El uso de las clases expositivas o explicativas ( magistrales) y de
otras estrategias didácticas en el proceso de aprendizaje dependerán mucho de:
la clase de materia (predominio teórico o práctico), de la cantidad de temas del programa y sus competencias, número de estudiantes
del curso, conducta de entrada de ellos que no siempre es igual, del horario de
clases ( diurno o nocturno), de la habilidad o experiencia del docente y , en
fin, de otros factores como suspensiones imprevistas de clases. Lo que no es
correcto tampoco es sustituir las explicaciones del educador por puras exposiciones
hechas por los alumnos en el aula ( clase magistral por el alumno), que
a veces se reducen a simples exposiciones o
lecturas del video beam y que
en muchos casos, no pocos, se le va al profesor todo el tiempo del lapso académico con esa estrategia. También hay docentes que en casi todas las clases recurren
a los talleres.
4.a) Para la enseñanza-aprendizaje por competencias los diseños curriculares de cada carrera deben responder a un todo, a la unidad (análisis de sistemas)
y ser elaborados por expertos, incluyendo educadores especialistas en diseños curriculares de cada carrera y de cada asignatura para que puedan lograrse los objetivos terminales (competencias generales y específicas)
de la carrera o de las materias. b) Los programas deben contemplar objetivos,
contenidos y competencias que realmente sean necesarios y útiles para la profesión y la vida y no como hasta ahora como muchas veces se hacen, que se elaboran programas que siguen
estando saturados de contenidos tediosos que en nada contribuyen a alcanzar las competencias básicas o que no tienen
relación y coherencia con el todo. Normalmente, salvo las excepciones como toda
regla, se diseñan las carreras y sus asignaturas en forma aislada sin tomar en cuenta las competencias generales y específicas
de cada una de ellas con su perfil profesional y, en algunas ocasiones, repitiéndose innecesariamente los mismos contenidos en distintas materias. En muchos casos no hay un
trabajo conjunto de los diseñadores curriculares de las asignaturas, cada uno
( o equipos) los elabora por su
cuenta: “ ven el árbol, pero no la montaña” . Otras veces los diseñadores
no tienen experiencia en el ejercicio de la profesión ( o no consultan) y por ello abusan como dijimos, entre otras cosas,
llenando los programas de contenidos impertinentes, pero que, además, son pocos
motivadores para el aprendizaje del estudiante, descuidándose las verdaderas competencias que debe adquirir el futuro profesional
para el ejercicio del oficio y la vida, ignorándose los valores afectivos y morales importantes que las competencias deben tener, creyendo que los mismos sólo deben ser enseñados por los profesores de Deontología de cada carrera universitaria. Deben ser profesores de ética todos los docentes
universitarios, no importando las asignaturas que
dicten o administren.
5.a) El ingreso a la docencia universitaria debe hacerse por capacidad, formación y méritos profesionales y no por amiguismo o influencia de otra naturaleza y debe
prohibirse que el profesor dicte varias
materias sin tener las respectivas especialidades. La Ley
de Universidades ( Art. 85.b) consagra que para ser miembro del personal docente y de investigación, la persona debe “haberse
distinguido en sus estudios universitarios o en su especialidad o ser autor de trabajos valiosos en la materia que aspire
enseñar”. b) El uso del llamado Año
Sabático y el ascenso en el escalafón no deben considerarse solamente un derecho
sino como una obligación para la permanencia
en la docencia universitaria. Un alto porcentaje de profesores universitarios al retirarse o jubilarse no llegan al tercer grado del escalafón docente. c) Deben exigirse en los cursos de postgrado la elaboración
de tesis sobre temas útiles y no banales, que realmente ayuden a la solución de problemas
concretos de la comunidad, de la región o del país. Las universidades no pueden ser entes autistas de los problemas sociales y del desarrollo del país.
6 a) Es necesario que determinadas asignaturas sean administradas por docentes
con experiencia en el ejercicio profesional. b) No bastan los componentes docentes para el ingreso del profesional a la administración de cualquier unidad curricular, es indispensable que durante los lapsos académicos, las instituciones de Educación Superior organicen periódicamente -de corta duración- talleres, cursos, seminarios o conferencias de actualización docente y profesional.
7 a). La educación por competencias significa que las universidades tengan bien dotadas y actualizadas sus bibliotecas con los libros y demás materiales de apoyo para los estudiantes, profesores y la comunidad.
b) En sus sedes deben existir suficientes computadoras y demás equipos de última generación, así como tener instalados en
los salones de clases en forma permanente videos beam, televisores y otros recursos importantes. No tienen los docentes por qué tener a su cargo la movilización de esos equipos, corriendo el riesgo de un accidente
laboral.
8. a) Si se quiere hablar verdaderamente de una educación por competencias, los
cursos no deben exceder de quince (15) alumnos, en todo caso, de veinte (20) por ahora. Los docentes, para una real educación de calidad, no deben ser saturados de horas de clase, sino asignarles suficiente tiempo
de asesorías o tutorías de las asignaturas que administren para poder cumplir
con el proceso de nivelación individualizado que necesiten los estudiantes en el logro de las
competencias. b) Si se habla de la calidad de la educación, deben exigírseles a los estudiantes para la aprobación de las asignaturas, un mínimo de puntos que represente un setenta (70%) por ciento de la respectiva escala. c) No debe permitirse que un estudiante repare más de tres asignaturas, salvo casos especiales que se justifiquen.
d) El alumno como responsable de su aprendizaje debe estudiar por su cuenta ( o en equipo) un mínimo de cuatro(4) horas diarias durante el período académico, además, de su asistencia constante a clases y no
dejar los estudios para el momento de los exámenes. e) Debe establecerse un sistema de asistencia y evaluación que sólo permita al alumno aprobar la materia cuando alcance todas las competencias previstas
en los programas de estudios.
9. a) Toda universidad que se aprecie como tal y que aspire que su calidad
sea reconocida internacionalmente, a través de sus Facultades, Escuelas y otros organismos, debe publicar periódicamente en el año
revistas arbitradas con temas
especializados o generales, así como es vital tener una editorial para estimular y apoyar (docentes y alumnos) la investigación y divulgación del conocimiento científico, humanístico y cultural, presentar opiniones, criterios, planteamientos
y soluciones de problemas sociales. b) Las Instituciones tienen que invertir
buenos recursos en la investigación y los docentes que se dediquen a ella deben disponer del tiempo necesario para cumplir realmente con las tareas propias de esa
actividad. c) Como la educación comprende una formación integral del individuo, las universidades tienen que tener buenas sedes, laboratorios, canchas
y campos deportivos, áreas verdes, teatros, servicios de enfermería, orientación, etc.
10. a) Es importante para alcanzar una educación de calidad a cualquier nivel
tener un docente bien remunerado y
con buenos beneficios laborales y sociales. b).Debe estimularse su trabajo, respetársele su dignidad humana, su estabilidad laboral, los derechos de opinión y pensamiento
de conformidad con la Constitución y la libertad de cátedra
consagrada en la Ley
de Universidades.
10. CONCLUSIONES
De no cumplirse en gran
parte con lo expuesto, la educación de calidad,
por competencias o como se le quiera llamar, correrá el riesgo como hasta ahora, salvo las excepciones, de quedarse en buenas intenciones, un saludo
a la bandera al estilo gatopardeano de pretender reformar en apariencia con puras retóricas para que todo siga igual. Internamente
la responsabilidad es tripartita: universidad, docentes y estudiantes, aparte de la mayor responsabilidad constitucional y
legal, indeclinable, que tiene el Estado como gran rector de la educación como
servicio público ya que un derecho humano
de toda persona.
11. COMPROMISO PARA LOGRAR UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD
En el plano tripartito referido
muchas responsabilidades las tienen las Instituciones de Educación Superior en los puntos señalados en este Decálogo. Como
educadores debemos estar conscientes que esos cambios no son fáciles de la noche a la mañana, los cuales deben comenzar por la educación familiar y los estudios de primaria, pero tenemos ya en las universidades
que soltar amarras para que el buque de la educación siga navegando en la búsqueda real de su calidad para la formación de un hombre
con conocimientos y valores útiles para su vida y la sociedad y no solamente en el trabajo. En la docencia universitaria
hay factores y estrategias didácticas que dependen mucho del amor y vocación que podamos tener por esta digna profesión, pese a las múltiples condiciones negativas que se
van dado cada día más en este sector, que desmotivan a los profesores en su ejercicio
y hacen poco atractiva el
ingreso a ella o su permanencia.
Por
el país y por nuestros hijos y sin renunciar a la crítica, moralmente debemos dar
el apoyo y nuestros aportes creativos a los nuevos proyectos para avanzar en
algo, no estancarnos o regresar; estamos comprometidos a mejorar la calidad de
la educación en Venezuela, porque como decía el Dr. Arturo Uslar Pietri: “Si queremos un país de primera, no podemos
tener una universidad de segunda”.
12-10-2013
Ciudad
Guayana, a orillas del Caroní
Gilberto Bruzual Báez*
* Profesor de la UCAB
y UGMA ( Guayana).
Profesor
de USB ( 1979-2001).
Profesor
del Ministerio de Educación (1963-1984).
R E FE R E C I A S
A. AUTORES.
BRUZUAL BÁEZ, GILBERTO (2.007) LA FORMACIÓN DEL ABOGADO. CIUDAD GUAYANA (PÁG. WEB. GILBERTOBRUZUAL.TRIPOD.COM).
CABRERIZO DIAGO, JESÚS - RUBIO ROLDÁN, JULIA (2.OO8). PROGRAMACIÓN POR COMPETENCIAS. EDITORIAL PEARSON, MADRID, ESPAÑA
( VERSION RECIBIDA POR CORREO ELECTRÓNICO).
DE
MIGUEL DÍAZ, MARIO. COORDINADOR (2006) .METODOLOGÍAS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE PARA
EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS. ORIENTACIONES PARA EL PROFESORADO UNIVERSITARIO
ANTE EL ESPACIO EUROPEO DE EDUCACIÓN SUPERIOR. ALIANZA EDITORIAL. MADRID, ESPAÑA.
( VERSIÓN RECIBIDA POR CORREO ELECTRÓNICO).
INFORME FINAL PROYECTO TUNING AMÉRICA LATINA-2004-2007. REFLEXIONES Y PERPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR
EN AMÉRICA LATINA (VERSIÓN RECIBIDA POR CORREO ELECTRÓNICO).
MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE PANAMÁ (2013).ESTRATEGIAS TÉCNICAS PARA EL DESARROLLO.
APLICACIÓN DE LA PLANIFICACIÓN DIDÁCTICA.
SERIE HACIA UN CURRÍCULO POR COMPETENCIAS. REPÚBLICA DE PANAMÁ (VERSIÓN RECIBIDA POR CORREO ELECTRÓNICO).
RIBEIRO, DARCY (2007). LA
UNIVERSIDAD NUEVA: UN PROYECTO. FUNDACIÓN BIBLIOTECA AYACUCHO. CARACAS, VENEZUELA.
TAXONOMÌA DE BLOOM. TAXONOMÍA DE LOS OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN.(HTTP://ES.WIKIPEDIA.ORG/WIKI/TAXONOM%C3%ADA_DE_OBJETIVOS_DE_LA_EDUCACI%C3%B3N.
B. ORDENAMIENTO JURÍDICO
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DE
VENEZUELA. G.O. Nº 5.453 EXT. DE FECHA 24 DE MARZO DE 2.000 Y G.O. Nº 5.908 EXT.
SE 19 DE FEBRERO DE 2009.
LEY DE UNIVERSIDADES. G.O. Nº 1.429 EXT. DEL 8 DE SEPTIEMBRE DE 1970.
REGLAMENTO GENERAL DE LA
LEY DE UNIVERSIDADES. DECRETO Nº 313 (G.O. Nº 36.787 -REFORMA- DEL
16 DE NOVIEMBRE DE 19999).
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